El primer fósil de Notosaurio de la Península Ibérica

Autor:
  • Carmen Martínez

Es el reptil marino mejor conocido en el registro ibérico. Lariosaurus balsami era un animal de pequeño tamaño con las extremidades anteriores transformadas en aletas que vivió hace 230 millones de años en los mares mesozoicos del este peninsular. El Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) alberga un esqueleto casi completo, articulado, y muy bien conservado, que se exhibe en la Sala de Minerales, Fósiles y Evolución.

Desde que se descubrieron a finales del siglo XVII y principios del XVIII, el registro fósil de los reptiles marinos ha aumentado considerablemente, habiéndose encontrado en todos los continentes. Durante el Mesozoico, unos 20 grupos de reptiles se adaptaron de forma independiente al medio marino. El más numeroso fue el de los sauropteritigios, que vivieron durante más de 180 millones de años y algunos de los cuales se convirtieron en los mayores superdepredadores de su época.

 

Lari JMC

En la península ibérica las primeras citas de fósiles de reptiles marinos datan de la segunda mitad del siglo XIX, y coinciden con los hallazgos que se produjeron en el resto de Europa, los cuales estaban vinculados a las obras de ingeniería que se llevaron a cabo durante la Revolución Industrial. Pero el registro de reptiles marinos ibéricos es pobre cuando se compara con otros países europeos, aunque sí destaca por la amplitud de su rango estratigráfico, que va desde el Triásico medio hasta el Cretácico superior, y por su gran diversidad taxonómica, ya que están representados la mayoría de los grupos.

Los notosaurios eran unos sauropterigios de cuerpo y cráneo alargados, con los miembros posteriores en forma de pala y multitud de dientes afilados. Algunos medían hasta 3 m de longitud, pero otros no llegaban al metro. Alcanzaron su máxima densidad durante el Ladiniense superior (Triásico medio), coincidiendo con el nivel máximo del mar durante el Triásico. Hace 230 millones de años, el mar de Tetis se retiró parcialmente de la plataforma continental, lo que sin duda fue el factor determinante en la extinción de todos los lariosáuridos.

El reptil fósil Lariosaurius balsami que se conserva en el Museo es un ejemplar histórico, ya que fue el primer notosaurio que se encontró en España. Fue hallado por el Sr. Salamero en Estada (Huesca) a principios del siglo XX. El geólogo Pedro Ferrando lo presentó a la comunidad científica en 1912 en la Real Sociedad de Historia Natural. Mostró una fotografía y un vaciado en yeso del fósil, manifestando que por su parecido con la figura del Lariosaurus balsami del Museo de Munich, creía que se trataba de un ejemplar de dicha especie. Habló de que sería interesante organizar una excursión a la localidad para ver el ejemplar original y reconocer las condiciones geológicas del yacimiento. Aunque varios paleontólogos citan el ejemplar del Museo en algunos trabajos, tuvieron que pasar más de cuatro décadas hasta que el paleontólogo José Luis Sanz publicó una monografía sobre este fósil en 1976.

Lari recreacionDespués del hallazgo de ese espécimen se han encontrado numerosos esqueletos en diferentes estados de desarrollo ontogenético, que proceden del Triásico medio de Estada (Huesca) y Mont-ral-Alcover (Tarragona). El primer ejemplar de esta especie se descubrió en el Monte Perledo, al norte de Italia, en 1839, y fue denominado Lariosaurus balsami por Curioni en 1847. Además de Italia y España se han encontrado restos en Suiza, Francia, Alemania, Israel y China.

El modo en el que Lariosaurus avanzaba en el agua posiblemente sería muy parecido al de los plesiosauros, a diferencia de otros reptiles de hábitos acuáticos como iguanas y cocodrilos, cuya locomoción es axial, ya que sus patas permanecen más o menos inertes durante la natación. Lariosaurus utilizaría para propulsarse sus miembros anteriores convertidos en aletas. Desde el punto de vista ecológico, su gran adaptación al medio acuático es comparable a mamíferos actuales como las focas, y los osos, lobos y leones marinos. Su hábitat era de tipo costero, estaba bien adaptado a la vida marina, aunque no era totalmente pelágico.

En cuanto a la alimentación, el análisis de su dentición, indica unos hábitos carnívoros muy claros. Se alimentaba de peces, aunque no se puede descartar que predase sobre otros reptiles. Es posible que saliera a tierra firme para la puesta, por motivos de defensa y, tal vez, para la regulación térmica. Si tuviésemos que compararlo con un reptil actual, los que más se aproximarían serían el cocodrilo marino (Crocodylus porosus) o la iguana marina (Amblyrhynchus cristatus), aunque ninguno ha alcanza el grado de adaptación acuática de Lariosaurus.

 

Fotos Lari Gomez Llarena

La colección de Paleontología del MNCN custodia el ejemplar original (MNCN 63704) que fue adquirido el 5 de julio de 1932, tal y como figura en el Libro de entrada de objetos de la Sección de Paleontología, sig. ACN239/004, que se conserva en el Archivo del MNCN. También se conservan dos fotografías del ejemplar realizadas por el jefe de la sección de Geografía Física del Museo, Joaquín Gómez de Llarena en 1935, una con luz natural y otra con luz ultravioleta. Cuando se descubrió el fósil se realizaron tres moldes en escayola, uno de los cuales fue donado al Museo, por el naturalista y oceanógrafo Odón de Buen.

Referencias bibliográficas:

Bardet, N., Pereda Suberbiola, X., Ruiz Omeñaca, J. I. 2008. Mesozoic marine reptiles from the Iberian Peninsula. Geotemas, 10: 1245-1248.

De Miguel Chaves, C., Pérez-García, A., Ortega, F. 2014. Perspectiva histórica del ejemplar de Lariosaurus (Sauropterygia) de Estada (Huesca). En: New Insights on Ancient Life (G. Arreguín-Rodríguez, J. Colmenar, E. Díaz-Berenguer, J. Galán, A. Legarda-Lisarri, J. Parrilla-Bel, E. Puértolas-Pascual & R. Silva-Casal, Eds.), 203-206. Prensas Universitarias de Zaragoza.

Ferrando, P. 1912. Sobre el reptil fósil sauropterigido notosaurido, encontrado en Estada (Huesca). Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, 12: 188.

Lozano, L. 1922. Sobre el Lariosaurus balsami. Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, 22, 85-86.

Quesada, J. M., Aguera González, S. 2005. Descripción del primer ejemplar de Ceresiosaurus (Reptilia: Sauropterygia), hallado en la península ibérica en el Ladiniense (Triásico medio) de Mont-ral-Alcover (Tarragona). Estudios geológicos, 61: 247-269. https://doi.org/10.3989/egeol.05613-667

Sanz, J. L. 1976. Lariosaurus balsami (Sauropterygia, Reptilia) de Estada (Huesca). Estudios Geológicos, 32, 547-567.