Dos maquetas de volcanes del siglo XIX atestiguan nuestro pasado colonial en Filipinas

Autor:
  • Carmen Martínez

 

En 1887 se celebró la Exposición General de las Islas Filipinas en el Parque del Retiro de Madrid. Para ilustrar los aspectos más notables de la geología del archipiélago se elaboraron dos maquetas a escala de los dos volcanes más activos: el Taal y el Mayón, situados en la isla de Luzón. Ambas maquetas se conservan en la colección de Geología del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC).

 

Hablar de geología en Filipinas es hablar de volcanes, ya que el origen del archipiélago hay que buscarlo en la colisión de las placas tectónicas asiática y pacífica, que dio lugar a una intensa y violenta acción volcánica. Los volcanes son una muestra concluyente de que la tierra está viva. Aunque popularmente se asocian con destrucción, también pueden verse como válvulas de seguridad, ya que ayudan a evacuar el inmenso calor que la tierra acumula en su interior. Apenas un 15% de los procesos volcánicos que se inician en profundidad y se aproximan a la superficie culminan en erupción.


El volcán Taal se encuentra a tan solo 50 km de Manila, y se ha convertido en un destino turístico popular. Forma parte de una cadena de volcanes que recorre la franja occidental de la isla de Luzón. Se originó hace unos 500.000 años y es uno de los volcanes más activos y peligrosos de Filipinas. Desde 1572, año en que los frailes agustinos fundaron la ciudad de Taal -hoy San Nicolás- en las orillas del lago, el volcán Taal ha entrado en erupción 33 veces, la última en 1977.


Es un volcán pintoresco porque está en una isla, situada dentro del lago Taal, y dentro de su propio cráter hay otro lago, con otra isla que se conoce como isla del volcán. El lago Taal se ubica dentro de una caldera de 25-30 kilómetros, que se formó por cuatro erupciones explosivas que tuvieron lugar entre 500.000 y 100.000 años atrás. Cada una de estas erupciones creó extensos depósitos de ignimbritas, un tipo de roca volcánica.


Pero el rey de los volcanes del archipiélago es el volcán de Albay, actualmente conocido como volcan Mayón, que se localiza en el extremo sudeste de la isla de Luzón a 330 km de Manila. En enero de 2018 ha sido noticia de portada en diferentes medios por haber entrado en erupción, lo que ha provocado la evacuación de más de 80.000 personas. Se ha descrito como el volcán perfecto por la impecable simetría de su cono. Se formó hace 20 millones de años aproximadamente y la erupción más antigua de la que se tiene noticia data de 1616, cuando el explorador holandés Joris van Spilbergen la registró en su viaje de circunnavegación alrededor del mundo; desde entonces se han contabilizado en torno a cuarenta erupciones.


El ingeniero de minas Enrique Abella y Casariego, cuyos trabajos contribuyeron de manera destacada al conocimiento de la geología de Filipinas en el siglo XIX, fue comisionado en 1882 para estudiar la fuerte erupción del Mayón que se había iniciado el 6 de julio de 1881 y se prolongaría hasta aproximadamente agosto de 1882. En la monografía geológica que elaboró después de la visita describía los estragos que había causado el volcán en sus erupciones más fuertes, aunque lamentaba no disponer de noticias sobre su actividad anteriores a la conquista del archipiélago.


En el último cuarto del siglo XIX, coincidiendo con el apogeo de los imperios coloniales, se celebraron diversas exposiciones universales en Europa y en América del Norte, en las que se reconstruían pueblos exóticos y se traían nativos que reproducían técnicas artesanales y el modo de vida en las colonias. Estas exposiciones mostraban la riqueza del patrimonio natural y cultural de esos territorios, así como la historia compartida con ellos, contribuyendo de este modo a reforzar los vínculos con esos países.


En aquella época, Filipinas era la colonia más singular dentro de las escasas posesiones que aún mantenía la Corona española. La colonización del archipiélago, que se había planteado para establecer una base en la ruta de las especias y como plataforma para expandirse por el continente asiático, fracasó en los objetivos inicialmente previstos aunque sirvió para que los españoles se asentasen en las islas, de gran importancia estratégica.


Desde 1565 hasta la 1821, las islas Filipinas fueron gobernadas por el Virreinato de Nueva España. Se administraban desde la Ciudad de México y el control se ejercía a través del puerto de Acapulco. Se estableció una ruta comercial conocida como El Galeón de Manila, que era el nombre que recibían las naves españolas que cruzaban el océano Pacífico una o dos veces por año entre Manila y Acapulco. Cuando México se independizó, las islas pasaron a ser administradas directamente desde Madrid. La administración colonial era mínima y estaba constituida por funcionarios, militares y religiosos.


El escritor, ingeniero y político barcelonés Víctor Balaguer (1824-1901), presidente del Consejo de Filipinas y Ministro de Ultramar en aquel tiempo, fue el principal impulsor de la exposición que se celebró en Madrid en 1887. El lugar elegido para la exposición fue el Parque del Buen Retiro, y la sede fueron el Palacio de Velázquez, pabellón central de la muestra, y el Palacio de Cristal, diseñado expresamente para la exposición, al igual que el lago, en el que se colocaron toda clase de pequeñas embarcaciones con sus aparejos y las artes de pesca que se utilizaban en aquellas regiones. La exposición se inauguró el 30 de junio 1887 y concluyó el 30 de octubre de ese mismo año. En 1988 se convertiría en museo y exposición permanente de las provincias de Ultramar.


En la parte de la exposición dedicada a la geología, se quería ilustrar la extraordinaria importancia que en el proceso de formación de aquel archipiélago tenía el vulcanismo en todas sus manifestaciones. Para ello se realizaron sendas maquetas en cartón piedra de 70 x 104 cm de los volcanes Taal y Mayón a escala 1/10.000 y 1/25.000, respectivamente. En el Archivo del MNCN también se conserva diversa documentación relativa a la exposición (ACN0307/006), en la que se incluye el nombramiento de Mariano de la Paz Graells, que había sido director del MNCN, como vocal de la comisión de gobierno interior.


Referencias bibliográficas:


Catálogo de la exposición general de las Islas Filipinas. Establecimiento Tipográfico de Ricardo Fé, Madrid. 1887.


Catálogo exposición: 'El imaginario colonial. Fotografía en Filipinas durante el periodo español, 1860-1898'. Manila, 2007.


Abella y Casariego, E. 1885. El Mayon o volcán de Albay. Ed. Manuel Tello, Madrid.


Ordaz, J. 1997. Datos acerca de los estudios geológicos realizados en Filipinas en la época colonialLlull, 20: 173-187.


Saderra Masó, M. 1915. Historia del Observatorio de Manila. Fundado y dirigido por los Padres de la Misión de la Compañía de Jesús de Filipinas.1865-1915. E. C. McCullough¬CO., Inc. Manila, I. F.


Sánchez Gómez, L. A. 2003. Un imperio en la vitrina: el colonialismo español en el Pacífico y la Exposición de Filipinas de 1887. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid.


VV.AA. 1887. Exposición de Filipinas. Colección de artículos publicados en El Globo. Establecimiento Tipográfico de El Globo, Madrid.