Un marsupial que permaneció invisible hasta el siglo XIX

Autor:
  • Carmen Martínez

El koala (Phascolarctos cinereus) es un icono de Australia. Se alimenta exclusivamente de hojas de eucalipto y dedica hasta veinte horas a dormir. Hace un siglo estuvo al borde de la extinción. Resulta muy atractivo para los científicos porque permite estudiar la evolución en tiempo real. El Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) conserva y exhibe dos ejemplares colectados hace más de un siglo.

Koala BauerAunque los aborígenes locales lo conocían desde su llegada al continente, hace unos 60.000 años, la primera referencia al koala data de 1798, cuando John Price anotó en su diario que vio un ejemplar de lo que los nativos conocen como cullawine, que era muy parecido a los perezosos de América. Cuatro años más tarde Francis Barrallier en su diario manuscrito menciona un colo o mono despedazado en el área del río Nepean. Sin embargo, el descubrimiento científico del koala no ocurrió hasta 1803, cuando se colectaron los primeros ejemplares completos en Hat Hill (Monte Kembla), a 80 kilómetros al sur de Sydney.

El naturalista británico Robert Brown y el dibujante austriaco Ferdinand Bauer formaban parte de la expedición científica del barco inglés HMS Investigator, al mando del capitán británico Matthew Flinders, cuyo objetivo era cartografiar la costa de Australia, al tiempo que estudiaban la flora y la fauna. En agosto de 1803, la Sydney Gazette informaba sobre la llegada de los primeros koalas a Sydney. Brown describió en unas notas manuscritas los especímenes de Didelphis Coola como una especie de wombat –marsupial semejante a un roedor-, basándose en las acuarelas de Bauer y del pintor local de historia natural John Lewin; casualmente, fue el dibujo de Lewin el primero en llegar a Inglaterra en 1803. En los años siguientes, se capturaron más ejemplares y algunos se enviaron a Inglaterra, generalmente en alcohol, o bien como pieles. Hasta 1816 no se le asignó el nombre científico Phascolarctos cinereus, por el cual se le conoce hoy.

Son animales marsupiales perfectamente adaptados a la vida en los árboles, generalmente comen y duermen en el mismo árbol y sólo en raras ocasiones descienden al suelo. Se alimentan exclusivamente de las hojas de los eucaliptos, lo que determina que solo estén presentes en el este de Australia, donde existen grandes extensiones de estos bosques. Aunque existen más de 600 variedades de eucaliptos, el koala tan solo se alimenta de unas pocas, y solo cuando las hojas están en un momento determinado de crecimiento. Su dieta, además de tóxica, es muy pobre en nutrientes por lo que la mayor parte del día están inactivos, dedicando hasta veinte horas a dormir.

En lengua aborigen, koala significa “no hay agua”. El agua que necesitan la obtienen de la humedad de las hojas que consumen, casi medio kilo al día, aunque sólo son capaces de absorber y digerir un 25%. La humedad de las hojas influye poderosamente en las especies de eucaliptos que seleccionan para alimentarse. La presencia de agua superficial parece ser una característica crucial de su hábitat, ya que en momentos de sequías prolongadas pueden bajar de los árboles a beber agua.

Koala 551Cuando nacen, tras un mes de gestación, apenas pesan un gramo. Utilizarán el olfato y el tacto para alcanzar el marsupio de su madre donde completarán su desarrollo. Allí pasan seis meses, alimentándose de leche y hojas ya digeridas por su madre, después dejan la bolsa y su madre los lleva a su espalda. A los once meses de edad, el joven ya es independiente, aunque puede continuar viviendo cerca de la madre durante unos meses más.

Aunque hoy en día la mayor amenaza para los koalas es la deforestación y la pérdida y deterioro de su hábitat, hace cien años los problemas eran otros. Su piel, que es muy suave, era muy demandada por los colonos europeos. Además, sus pieles eran populares en las industrias de abrigos, guantes y sombreros en Estados Unidos. El 1 de agosto de 1927 se abrió la veda para su caza en Queensland. Sin duda es una fecha clave en la historia de la conservación: el conocido como “agosto negro” provocó la matanza de 600.000 koalas, situándolo al borde de la extinción.

Los koalas son especialmente vulnerables a los incendios forestales debido a su estilo de vida arborícola y a la lentitud de sus movimientos, lo que les dificulta escapar del fuego, al tiempo que su fuente de alimentación desaparece. También son muy sensibles a las sequías, por su falta de movilidad y su especialización en determinadas especies de árboles. Las predicciones sobre el cambio climático apuntan al aumento en la frecuencia de las sequías, de las tasas de evaporación y de la temperatura general de aproximadamente 1ºC para 2030, lo que, sin duda, provocará aún más incendios en Australia.

Recientemente un equipo de científicos australianos ha secuenciado su genoma, lo que puede contribuir a su conservación. Los koalas pueden sufrir cánceres como el linfoma y la leucemia e infecciones por clamidia debido al retrovirus del koala (KoRV), que suprime su sistema inmune, lo que puede aumentar su mortalidad. Los retrovirus, como el virus que causa el SIDA, son un tipo de virus que contienen ARN, en lugar de ADN, como material genético. Utilizan una enzima llamada transcriptasa inversa para convertirse en parte del ADN de las células anfitrionas, lo que permite que se hagan muchas copias del virus. El KoRV comenzó a insertarse en el genoma del koala hace unos 40.000 años y continúa haciéndolo. Un artículo que se acaba de publicar en la prestigiosa revista Cell identifica una respuesta inmune innata en los koalas infectados con KoRV.

Koalas matanza

Este tema es particularmente interesante, ya que el 8% del genoma humano es de origen retroviral, pero estudiar cómo nuestro genoma adquirió ADN viral es difícil ya que la mayoría de los virus se insertaron en nuestros antepasados primates hace millones de años. El KoRV es el único retrovirus conocido que actualmente está invadiendo el genoma de su huésped. Al investigar las secuencias virales de koalas modernos y de koalas conservados en los museos del norte de Australia se vio que eran casi idénticas, lo que sugiere que el virus ya estaba establecido en el norte de Australia a finales del siglo XIX y que posteriormente evolucionó y se propagó más lentamente de lo que se creía anteriormente.

Koala 552Resulta alentador comprobar cómo los especímenes históricos conservados en las colecciones de historia natural pueden contribuir a generar ideas fundamentales sobre los retrovirus. Los científicos han encontrado en los koalas un laboratorio natural en el que estudiar uno de los temas más candentes de la biología: cómo los virus pueden insertarse en el ADN de un animal y, a veces, cambiar el curso de la evolución.

Los ejemplares naturalizados de koala que se conservan en la Colección de Mamíferos del MNCN, aparecen en el Catálogo metódico de las colecciones de mamíferos del Museo de Ciencias Naturales de Madrid de Ángel Cabrera que se publicó en 1912. Se desconoce la fecha exacta en la que fueron colectados, lo único cierto es que tienen más de un siglo de antigüedad.

Referencias bibliográficas:

Cabrera, A. 1912. Catálogo metódico de las colecciones de mamíferos del Museo de Ciencias Naturales de Madrid. Trabajos del Museo de Ciencias Naturales. Serie Zoologica. Nº 7. Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas. Instituto Nacional de Ciencias Físico-Naturales. Imp. de "Alrededor del Mundo".

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