La primera cartografía geológica de los Alpes

La Biblioteca del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) es un lugar excelente para bucear en la historia de las ciencias naturales. A comienzos del siglo XIX un debate que acaparaba la atención de los geólogos era la formación de las montañas. La obra manuscrita del geólogo Carlos de Gimbernat, Planos Geognósticos de los Alpes y de la Suiza con sus descripciones, constituye un trabajo pionero en la cartografía geológica europea.

 

La figura del barcelonés Carlos de Gimbernat y Grassot (1768-1834) resulta atractiva por muchos motivos. Su esmerada educación como médico y naturalista, su conocimiento de idiomas, su curiosidad insaciable y su espíritu sensible hicieron de él un gran científico que se adelantó a su tiempo. Su intenso periplo vital por Europa no resulta menos apasionante. Sin embargo, aun siendo un científico de relieve internacional y miembro de las Sociedades Científicas más importantes de Europa, apenas se le conoce en nuestro país.


El último tercio del siglo XVIII fue un período muy importante para las Ciencias Naturales en España, que se materializaría con la creación del Real Gabinete de Historia Natural en 1771. Con apenas 23 años, Gimbernat fue pensionado por Carlos IV con 24.000 reales anuales para ampliar sus estudios en Inglaterra. Después vendrían Escocia, Francia, Alemania, Irlanda, Suiza... Como recompensa por su valioso trabajo durante los años que estuvo pensionado en Europa, en 1798, cuando se encontraba en París, le nombraron Vicedirector del Real Gabinete. Sin embargo, a pesar de las ofertas que le hicieron, no regresó a España.


Sus cincuenta años de actividad científica coinciden con uno de los períodos más controvertidos en la historia de las Ciencias de la Tierra. Gimbernat forjó su mentalidad de geólogo en el marco de las antiguas cosmogonías, es decir reconstrucciones de la historia de la tierra basadas en principios bíblicos del libro del Génesis. En las dos últimas décadas del siglo XVIII las teorías sobre la historia del planeta estaban condicionadas por la teología y no fue hasta el primer tercio del XIX que el empirismo ganó terreno a los dogmas religiosos.


La originalidad de Gimbernat consistió en exponer sus observaciones de forma gráfica utilizando lo que él llamaba planos geognósticos (cortes geológicos). Era un buen dibujante y fue un pionero en la cartografía geológica europea, que apenas se estaba iniciando y que tanto habría de transformar las ideas que se tenían de las montañas en aquella época. Tal vez su trabajo más destacado, que le hace merecedor de un puesto relevante en la historia de la geología en España, sea el trazado de los perfiles geológicos de los Alpes en sus tramos de Suiza y el Tirol.


Nos referimos a una obra singular: Planos Geognósticos de los Alpes y de la Suiza con sus descripciones, que consta de 28 páginas escritas a mano por Gimbernat y una representación gráfica de siete secciones de la cordillera junto con un mapa geognóstico de Suiza. Este manuscrito perteneció a una biblioteca de temas agrícolas del profesor Antonio Sandalio de Arias, del Real Jardín Botánico, que fue adquirida en 1842 por el MNCN por 22.122 reales. Actualmente forma parte de los fondos de la Biblioteca del Museo.


El manuscrito describe las observaciones que realizó Gimbernat en su viaje a los Alpes en el verano de 1803. Como sólo disponía de tres meses para llevar a cabo el recorrido, tuvo que seleccionar de forma muy precisa los itinerarios a seguir, descartando las rutas conocidas para así poder acceder a las cimas más elevadas y captar más detalles de la cordillera. Utilizaba el martillo, el cuadrante y la brújula para estudiar la naturaleza de las rocas y su situación, que después representaba con distintos colores, separando las capas con líneas negras, dibujadas respetando sus ángulos de inclinación. La altura de las montañas la calculó con un barómetro o bien la midió trigonométricamente cuando resultaban inaccesibles.


Una de las montañas más atractivas, además de todo un símbolo para los suizos, es San Gotardo, cuyo perfil geológico representó Gimbernat en la primera lámina de su obra manuscrita. Esta montaña gozaba de mucha fama por ser muy rica en minerales; incluso el escritor J. Wolfgang von Goethe disponía de una lista de minerales adquiridos en un viaje a San Gotardo en 1797. Como curiosidad, sólo comentar que San Gotardo sigue estando de actualidad debido al túnel ferroviario inaugurado el 1 de junio de 2016, que hasta el momento bate dos récords simultáneamente: el túnel más largo y más profundo del mundo.


El excelente trabajo que realizó Gimbernat permaneció inédito hasta 1993, por lo que no se ha podido incorporar al progreso histórico de la geología. Parece ser que el rey Carlos IV le envió a recorrer los Alpes con el objetivo de que los estudiase y después volviese a España para cartografiar el territorio hispano y pudiese compararlo con el helvético. Sin embargo, por distintos avatares, el geólogo no regresó nunca a España por lo que no pudo servirse de esta experiencia para acometer la representación cartográfica del territorio español. Esta labor la llevarían a cabo geólogos y naturalistas extranjeros.


Cuando Gimbernat murió en Bagnères de Bigorre (Francia) en 1834, su hermano Agustín donó todos sus trabajos a la biblioteca del Seminario Conciliar de Barcelona. Lamentablemente los 36 voluminosos legajos con sus papeles, se perdieron o fueron destruidos durante la Guerra Civil. Afortunadamente en los archivos de Alemania y Suiza se conserva abundante material autógrafo, principalmente cartas. Sin embargo, sus numerosos trabajos, publicados o inéditos, se encuentran dispersos por Alemania, Suiza, Francia, Inglaterra y España. Uno de ellos, tal vez el más valioso, es el que custodia la Biblioteca del MNCN.


Referencias bibliográficas:


Weidmann, M., Sole Saeiaris, L. 1983. Noticia de Carlos Gimbernat y de sus mapas geológicos de Europa Central, Alpes, Francia e Italia a principios del siglo XIX. Acta Geológica Hispánica, 18(2): 75-86.


Parra del Río, M. D. 1993. Los 'Planos geognósticos de los Alpes, la Suiza y el Tirol' de Carlos de Gimbernat. Ed. Doce Calles, Madrid.


Aragonès, E. 2002. Étude analytique des 'Planos Geognósticos de los Alpes y de ia Suiza' de Caries de Gimbernat (1803-1808). Treb. Mus. Geol. Barcelona, 11: 135-199.


Frochoso Sánchez, M., Sierra Álvarez, J. 2004. La construcción de los mapas geológicos españoles del siglo XIX: Observación, conceptuación y representación. Eria, 64-65: 221-259.