La expedición de Humboldt y Bonpland a Sudamérica
PABLO R. PENCHASZADEH (Investigador del CONICET en el Museo Argentino de Ciencias Naturales de Buenos Aires)
Humboldt y Bonpland recorrieron gran parte de las Américas en un viaje de exploración que cobró dimensiones míticas. ¿En qué radica el permanente atractivo de esta expedición denominada el segundo descubrimiento de América? La aventura americana de Humboldt y Bonpland (1799-1804) estableció los cimientos de gran parte de nuestra comprensión actual de las ciencias empíricas de la naturaleza. Es bien sabido que el resultado del viaje de Darwin fue su teoría de evolución una teoría de enorme alcance que unificó explicándolos fenómenos de muy diversos campos del conocimiento científico. Por su parte el viaje de Humboldt y Bonpland sentó las bases de lo que ahora denominaríamos las ciencias de la tierra un sector considerable de la ecología la fitogeografía y otros capítulos de la geografía y muchas cuestiones que competen a las que ahora llamamos ciencias del ambiente. En síntesis todas las ciencias que hoy en día concitan la atención del planeta amenazado por los efectos del desarrollo de la sociedad industrial. El enfoque humboldtiano atiende a la globalidad de los fenómenos concibe a la naturaleza como una totalidad a ser explicada. No es casualidad que este haya sido el viaje romántico por excelencia tanto en su concepción como en su ejecución. Bonpland y Humboldt no sólo descubrieron América sino que la crearon a imagen y semejanza de sus mentalidades. Ellos percibieron a América fundamentalmente como naturaleza. Pero los americanos y sus descendientes culturales también percibimos esta visita desde otro horizonte de interpretación con otras claves. Percibimos que fuimos percibidos. América descubrió a Humboldt y Bonpland tanto como ellos descubrieron el continente. O mejor dicho los americanos descubrimos el tipo particular de descubrimiento de Humboldt y Bonpland. Es esa dimensión particular la que pretendemos exponer al lector en estas páginas.
91 4111328
Humboldt y Bonpland recorrieron gran parte de las Américas en un viaje de exploración que cobró dimensiones míticas. ¿En qué radica el permanente atractivo de esta expedición denominada el segundo descubrimiento de América? La aventura americana de Humboldt y Bonpland (1799-1804) estableció los cimientos de gran parte de nuestra comprensión actual de las ciencias empíricas de la naturaleza. Es bien sabido que el resultado del viaje de Darwin fue su teoría de evolución una teoría de enorme alcance que unificó explicándolos fenómenos de muy diversos campos del conocimiento científico. Por su parte el viaje de Humboldt y Bonpland sentó las bases de lo que ahora denominaríamos las ciencias de la tierra un sector considerable de la ecología la fitogeografía y otros capítulos de la geografía y muchas cuestiones que competen a las que ahora llamamos ciencias del ambiente. En síntesis todas las ciencias que hoy en día concitan la atención del planeta amenazado por los efectos del desarrollo de la sociedad industrial. El enfoque humboldtiano atiende a la globalidad de los fenómenos concibe a la naturaleza como una totalidad a ser explicada. No es casualidad que este haya sido el viaje romántico por excelencia tanto en su concepción como en su ejecución. Bonpland y Humboldt no sólo descubrieron América sino que la crearon a imagen y semejanza de sus mentalidades. Ellos percibieron a América fundamentalmente como naturaleza. Pero los americanos y sus descendientes culturales también percibimos esta visita desde otro horizonte de interpretación con otras claves. Percibimos que fuimos percibidos. América descubrió a Humboldt y Bonpland tanto como ellos descubrieron el continente. O mejor dicho los americanos descubrimos el tipo particular de descubrimiento de Humboldt y Bonpland. Es esa dimensión particular la que pretendemos exponer al lector en estas páginas.
91 4111328
Fecha
- Martes, 08 Noviembre 2011