Antártida, un continente para la investigación
Desde que se conoce su existencia, la Antártida ha sido objeto de interés tanto científico como para la búsqueda de nuevas fuentes de riqueza. El delicado equilibro de su ecosistema cuenta con la protección que le proporciona la hostilidad y dureza de las condiciones de vida allí y la que le otorga el derecho internacional a través del Tratado Antártico. Pero ¿cómo llegó la humanidad al consenso que permite que el continente helado sea un santuario para la ciencia y la conservación? ¿Y cómo pasó España a formar parte de los firmantes?