Ciencia para la vida ciencia para la libertad CICLO DE CONFERENCIAS: La estirpe de Isis. Mujeres en la historia de la ciencia
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María Ángeles Durán Heras (Catedrática de Sociología y Profesora de Investigación del CSIC. Premio Nacional de Investigación en 2002)
A muchas instituciones docentes o de investigación les gusta reconocerse en el
árbol de la ciencia un anagrama con forma de árbol estilizado. De sus ramas
llamadas precisamente las ramas del saber cuelgan hermosos frutos que
simbolizan los resultados del conocimiento.
Desde hace años me pregunto si
ese hermoso arbolito tan simétrico frondoso y cuajado de frutos traduce
adecuadamente la idea que yo tengo del pasado y el presente de la Ciencia. La
ciencia parece una realidad sin mutilaciones sin dolor accesible a todos con
un único tronco y una cosecha renovada constantemente. Pero bajo esta apariencia
de crecimiento natural la Ciencia que hoy tenemos es también la historia de una
mutilación de una poda gigantesca. Ha dejado crecer algunos campos del
pensamiento mientras impedía el de otros al no permitir acercarse a las
instituciones académicas a quienes provenían de grupos sociales excluidos.
Cuando me abruman con el triunfalismo del árbol frondoso se me borra la imagen
y sólo veo un árbol seco. Pero después las dos imágenes se funden y fructifican
y me parecer ver cómo empiezan a despuntar nuevos brotes en las nuevas ramas.
Son las ramas de una ciencia abierta que se construye cada día a favor de la
vida y a favor de la libertad.
Texto extraído del Epílogo del libro de
María-Angeles Durán Si Aristóteles levantara la cabeza. (Quince ensayos sobre
las ciencias y las letras).
91 411 13 28
María Ángeles Durán Heras (Catedrática de Sociología y Profesora de Investigación del CSIC. Premio Nacional de Investigación en 2002)
A muchas instituciones docentes o de investigación les gusta reconocerse en el
árbol de la ciencia un anagrama con forma de árbol estilizado. De sus ramas
llamadas precisamente las ramas del saber cuelgan hermosos frutos que
simbolizan los resultados del conocimiento.
Desde hace años me pregunto si
ese hermoso arbolito tan simétrico frondoso y cuajado de frutos traduce
adecuadamente la idea que yo tengo del pasado y el presente de la Ciencia. La
ciencia parece una realidad sin mutilaciones sin dolor accesible a todos con
un único tronco y una cosecha renovada constantemente. Pero bajo esta apariencia
de crecimiento natural la Ciencia que hoy tenemos es también la historia de una
mutilación de una poda gigantesca. Ha dejado crecer algunos campos del
pensamiento mientras impedía el de otros al no permitir acercarse a las
instituciones académicas a quienes provenían de grupos sociales excluidos.
Cuando me abruman con el triunfalismo del árbol frondoso se me borra la imagen
y sólo veo un árbol seco. Pero después las dos imágenes se funden y fructifican
y me parecer ver cómo empiezan a despuntar nuevos brotes en las nuevas ramas.
Son las ramas de una ciencia abierta que se construye cada día a favor de la
vida y a favor de la libertad.
Texto extraído del Epílogo del libro de
María-Angeles Durán Si Aristóteles levantara la cabeza. (Quince ensayos sobre
las ciencias y las letras).
91 411 13 28
Fecha
- Martes, 27 Febrero 2007