Si alguna vez un científico hizo escuela, ese fue Cajal: la escuela neurológica española por Fernando de Castro

Pese a la obsesión interesada de muchos en España por limitar la figura de Santiago Ramón y Cajal a una especie de tótem vacío en cartón-piedra, su genialidad como científico no puede acallarse también en el extranjero y, a base de repetirlo cuantas veces sea necesario, hasta en nuestra querida patria se comienza a conocer la trascendencia de los descubrimientos científicos de Cajal. Nadie osa poner en duda, ya, que es el fundador de la Neurociencia, quien nos abrió la puerta para estudiar el cerebro de forma sistemática y, a fin de cuentas, conocernos mejor a nosotros mismos. Sin embargo, aún hay muchas reticencias a dar a conocer y reconocer uno de los aspectos fundamentales de este revolucionario de la Historia de la Ciencia: en apenas tres décadas, Cajal formó a una serie de discípulos que, siguiendo sus pasos, brillaron con luz propia. Su hermano Pedro Ramón y Cajal, Francisco Tello, Domingo Sánchez, Nicolás Achúcarro, Pío del Río-Hortega, Gonzalo R. Lafora, Fernando de Castro o Rafael Lorente de Nó alumbraron descubrimientos fundamentales para dar aún mayor solidez a los descubrimientos del Maestro, extendiendo la validez de la Teoría Neuronal a todos las estructuras nerviosas y especies animales. Si bien todos ellos, individual y colectivamente, recibieron en su momento gran reconocimiento internacional, algunos destacaron particularmente: Río-Hortega descubrió dos de los cuatro tipos fundamentales de células neurales (microglía y oligodendroglía), de Castro descubrió los primeros quimiorreceptores de la sangre y Lorente de Nó numerosos conceptos fundamentales sobre la organización y fisiología de la corteza cerebral, quedando los tres a las puertas de un segundo Premio Nobel en Fisiología o Medicina para España entre 1929 y 1953, acontecimiento que sin duda hubiese forzado a cambiar la falsa percepción de que “Cajal fue una excepción” y que “España no es país para la Ciencia”. Los porqués de que semejantes falsedades sigan contando con vigor daría, por sí solo, para una charla, pero en esta, lo que trataremos es de resumir brevemente las trayectorias y contribuciones de lo que conocemos como Escuela Neurológica Española o, más coloquialmente, Escuela de Cajal, indudablemente y según sus propias palabras, discípulos de los que Santiago Ramón y Cajal se sentía particularmente honrado y orgulloso por ser uno de los objetivos más importantes para cualquiera que se considere un científico. Porque Cajal fue verdaderamente excepcional dentro de la Historia de la Ciencia mundial, pero no fue una excepción en la Historia de la Ciencia española.

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Fecha

  • Jueves, 25 Febrero 2021

Horario

18:00h

 

Ubicación

Salón de Actos