Almacén de aves y mamíferos

Almacen

 

El Museo Nacional de Ciencias Naturales, fundado como Real Gabinete de Historia Natural por Carlos III en 1771, custodia las más importantes colecciones zoológicas y geológicas de España con más de 8 millones de ejemplares.

En este "almacén visitable" se muestra poco más del 2% de la colección de Aves y Mamíferos naturalizados. La cacatúa filipina, el pingüino del Cabo, el kiwi marrón, el ornitorrinco, el mono narigudo o el pangolín indio son algunos de los ejemplares (998 aves y 204 mamíferos), que procedentes de los 5 continentes, aquí se pueden contemplar. A pesar de que algunos de ellos fueron naturalizados hace más de 150 años conservan plenamente su valor histórico y científico.

La naturalización se empleó en el pasado como forma de conservación, estudio y exhibición de animales, pero en la actualidad la preparación para la investigación utiliza técnicas muy diferentes y la naturalización se utiliza para mostrar los ejemplares al público e ilustrar tanto acerca de su aspecto natural como de su biología.

Ciencia, arte e historia

Entre los ejemplares que se exhiben destacan los naturalizados por Luis y José María Benedito, escultores taxidermistas que trabajaron en el Museo a principios del siglo XX y supieron aunar como pocos, ciencia y arte en sus dioramas y animales taxidermizados. En la historia del Museo figuran también compras realizadas a empresas internacionales como las británicas Rowland Word y E. Gerard & Sons o la Francesa Verreaux. Otros fueron colectados en expediciones científicas realizadas por el Museo, como la Comisión Científica del Pacífico (1862-1866) y naturalizados por los taxidermistas del Museo, Duchen, Sánchez y los citados hermanos Benedito.

Por encontrarnos en un almacén y no en una sala de exposiciones se ha dado prioridad a los criterios de conservación. La iluminación intensa y los cambios de temperatura son sus peores enemigos, por eso existe una climatización constante y la luz es fría, de fibra óptica y tenue.

Además todas las piezas conservan su etiquetado original y algunas de las revisiones posteriores, información de vital importancia para la colección.