Érase una vez... ¿y ahora qué?

Desde el 16 de diciembre del 2016 hasta el 31 de mayo del 2017

Concebida específicamente para dos sedes: el Museo Nacional de Ciencias Naturales y el Real Jardín Botánico en Érase una vez... ¿y ahora qué? 103 dibujos de peluches de animales salvajes europeos en el primero y 100 plantas artificiales en el segundo dialogan con las colecciones albergadas en ambos espacios. El espectador se encuentra así ante una muestra que recoge una de las principales inquietudes de nuestro tiempo — el respeto al medio ambiente y a la biodiversidad — en un marco atípico pero completamente lógico y contextualizado.

Quieres ser TÚ el que le cuente atus nietos que hubo una vez unos animales que se extinguieron por nuestra causa? ¿por no cuidar la naturaleza? ¿y que uando nos dimos cuenta ya ni siquiera había animales teniendo que clasificar peluches para que no se perdieran en la memoria de los tiempos? (Ana de Alvear).

En el MNCN la muestra se compone de 103 dibujos hiperrealistas realizados a lápices de colores de 70x50 cm cada uno que emulan los gabinetes de naturaleza y las antiguas láminas dibujadas por zoólogos en las que descubrían al mundo nuevas especies de fauna que dejaban maravillados no sólo a los investigadores sino a la sociedad en general.

Y en las vitrinas simulando dioramas rodeados de su entorno natural ficticio los peluches recuerdan al espectador en un juego alegórico la naturaleza perdida. La intención es mostrar a través de un juego cargado de aparente inocencia que tan solo unos cientos de años después de aquellos fascinantes descubrimientos esos mismos animales corren un serio riesgo de extinguirse y quedar almacenados únicamente en el imaginario del ser humano tal y como ocurrió con el universo jurásico.

Érase una vez... ¿y ahora qué? parte de la clasificación de todas estas láminas para compararlas con los Gabinetes de Naturaleza provocando que el espectador sea consciente de la belleza y fragilidad de ésta en un singular juego que pone de manifiesto los límites borrosos que hoy en día existen entre ficción y realidad.

El cuentacuentos será el propio espectador que decidirá en qué dirección fluirán los acontecimientos de la historia.