La vida convertida en humo

Portada del artículo "La vida convertida en humo" de la revista NaturalMente nº 11

Con la misma cadencia con la que se pasan las cuentas de un rosario se oyen los motores de los aviones. Van en formación y en poco más de diez minutos volverán cargados miles de litros del agua del estanque más cercano. Igual que el olor de incienso que inunda las iglesias, llega el olor del humo, la madera quemada, los cuerpos muertos de los animales…

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