I Jornadas de la Vicedirección de Colecciones y Documentación del MNCN

Autor:
  • Carmen Martínez

 

Nuestro conocimiento de la naturaleza sería mucho más pobre si no existiesen colecciones de Historia Natural. Gracias a ellas tenemos registros físicos de las formas de vida que han existido y evidencias de los procesos que han acontecido en la Tierra a lo largo de su historia. Las colecciones nos ayudan a comprender lo que ha ocurrido en el pasado y a mejorar nuestras predicciones sobre lo que puede ocurrir en el futuro.

 

Estas Jornadas nos han acercado a unos profesionales con escasa proyección pública pero insustituibles en la gestión de las colecciones: los conservadores o curators. Suya es la responsabilidad en la preservación de las colecciones y en lograr que sean accesibles a los usuarios de todo el mundo. A lo largo de dos días nos han hablado de las colecciones que custodian, de su quehacer cotidiano en ellas, de cómo ha cambiado la gestión a lo largo del tiempo y de los retos a los que se enfrentan.


Si exceptuamos los insectos y los moluscos, las colecciones de Invertebrados del MNCN albergan aproximadamente 200.000 ejemplares. Dentro de los invertebrados reviste un interés especial la colección de Poliquetos, unos anélidos marinos de los que se han descrito unas 10.000 especies. Esta colección ha experimentado un crecimiento muy rápido en las dos últimas décadas, y en ella están bien representadas muchas de las familias más importantes y diversificadas del grupo. Es una colección muy 'viva', lo cual se traduce en un gran número de consultas, préstamos e ingresos de material, que generan múltiples publicaciones científicas.


La colección de Nematodos del MNCN es la más importante de España desde el punto de vista histórico y científico, y está asociada al Laboratorio Nacional de Referencia para la Identificación de Nematodos Fitopatógenos. Los nematodos son unos invertebrados con forma de gusano de gran interés económico por ser vectores de plagas y enfermedades.


También hemos tenido ocasión de dar un paseo virtual por la colección de Entomología, una de las colecciones estrella del museo con cuatro millones de ejemplares. Durante este recorrido las responsables de la colección nos han hablado de los aspectos esenciales para garantizar su preservación, detallando qué conservan, cómo lo conservan, dónde lo guardan, cómo lo organizan y qué problemas se encuentran.


Con medio millón de ejemplares procedentes de todo el mundo la colección de Malacología es una colección que no deja de crecer, habiéndose incorporado recientemente una valiosísima colección privada compuesta por 22.000 lotes que ha incrementado de modo notable el número de gasterópodos y bivalvos marinos. Llaman la atención las colecciones de moluscos terrestres de Filipinas, Cuba y Guinea Ecuatorial, con especies ya extinguidas y que, posiblemente, se encuentren entre las mejores del mundo.


La colección de Ictiología es una de las más importantes de Europa. Es una colección muy dinámica que hoy en día cuenta con unos 325.000 ejemplares. El origen de la colección se remonta al del propio museo, existiendo referencias documentales desde 1767. Las piezas más antiguas que se exhiben son el pez luna (Mola mola), el tiburón martillo gigante (Sphyrna mokarran) y el pez sierra común (Pristis pectinata), todas anteriores a 1784. Son numerosos los artículos científicos publicados y se ha descrito una veintena de nuevas especies a partir de especímenes conservados en sus fondos.


El Gabinete de Pedro Franco Dávila constituye el germen de la colección de Herpetología del MNCN. Actualmente cuenta con unos 60.000 ejemplares (20.300 de reptiles y 39.700 de anfibios) y es la más representativa de la fauna ibérica a nivel mundial. Sus fondos también se nutren del material aportado por el numeroso grupo de herpetólogos del Museo. Más del 90% de los ejemplares se conservan en fluidos. Consta además de unos 170 ejemplares naturalizados, la mayoría de los siglos XVIII y XIX y en buena parte de la Expedición al Pacífico, que se exhiben en diferentes lugares del Museo y de más de 1.100 esqueletos transparentados y teñidos.


Cuando se creó el CSIC en 1939, el Instituto José de Acosta (1940-1980) pasó a ocuparse de las exposiciones del museo, así como del cuidado y gestión de sus colecciones de zoología, excluida la de entomología, según nos desvela la conservadora de la colección de Aves. La escasez de medios y de personal en las primeras décadas del Instituto hizo que las colecciones de Aves y Mamíferos no pasasen por su mejor momento. Sin embargo, a mediados de los ochenta, coincidiendo con la reunificación del Museo, la situación mejoró sensiblemente.


La Fonoteca Zoológica del MNCN, con 55.300 registros, es la cuarta fonoteca del mundo, habiendo recibido una media de 22.500 visitas al mes en 2013. Esta colección científica digital de sonidos animales fue creada en 2002 para facilitar el estudio de la comunicación acústica en animales. Consta de una sección de registros propios, compuesta principalmente por grabaciones de anfibios, y otra de registros publicados, en la que se incluye un gran número de guías de sonidos animales publicadas en todo el mundo, dedicada mayoritariamente a las aves.


Desde hace algún tiempo existe un debate sobre la naturaleza del patrimonio paleontológico y cuál es el ámbito en el que debe establecerse su reglamentación, si en la legislación del patrimonio histórico o dentro del patrimonio natural. A esto hay que añadir que los restos fósiles procedentes de nuevas excavaciones los gestionan las diferentes comunidades autónomas. Para aclarar la situación de las colecciones paleontológicas se pasa revista a la legislación estatal y autonómica sobre este tema, ponderando también el papel del MNCN, como institución estatal, para asesorar, coordinar y custodiar el material paleontológico.


Pero ¿qué pueden aportar las colecciones científicas al conocimiento de la biodiversidad? A esta pregunta responde el actual vicedirector de colecciones del MNCN. Las colecciones nos aportan datos sobre la distribución geográfica de las especies en el pasado, que podemos comparar con la distribución actual, y así documentar la desaparición de poblaciones o su extinción. Cita como ejemplo algunas especies de escarabajos, en las que si sólo se tienen en cuenta los registros bibliográficos y no se consulta la colección del MNCN se pierden hasta el 50% de las localidades en las que están o estuvieron presentes. También señala que el déficit actual de taxónomos dificulta la adopción de medidas adecuadas para la conservación de la biodiversidad, ya que existe un número muy elevado de especies sin describir. Las colecciones son importantes, concluye, porque conservan la información que ya no está o estará disponible en el campo.


En geología también es posible descubrir nuevos minerales en las colecciones históricas. Ello es posible gracias a las nuevas tecnologías que permiten afinar más en los análisis, de modo que pueden hallarse nuevos minerales no detectados con anterioridad. Un ejemplo ilustrativo es la Valencianita, un feldespato potásico procedente de Guanajuato (México), que a finales del siglo XVIII se presentó como un nuevo mineral, después se descartó por la oposición de los geólogos alemanes, y ahora parece ser que se reconoce de nuevo.


En la última década una de las colecciones que ha adquirido mayor pujanza es la colección de Tejidos y ADN. Constituida como tal en 2002, conserva más de 250.000 muestras de tejidos animales y de ADN, con 78.000 muestras catalogadas, pertenecientes a más de 55.000 especímenes y más de 4.900 especies de vertebrados e invertebrados. Entre sus objetivos figura el preservar el material a largo plazo y facilitar al máximo su uso por la comunidad científica. Uno de sus aspectos destacables es el soporte científico que ofrece a las autoridades en la protección del medio ambiente y en el control del comercio de especies amenazadas.


Además de las colecciones de Historia Natural, el MNCN atesora también una valiosa colección de Instrumentos Científicos y Bellas Artes que refleja la larga historia de esta institución. A través de los más de 200 instrumentos científicos inventariados puede seguirse la evolución de la ciencia y de la tecnología en España. Entre las piezas más singulares de esta colección puede citarse el microscopio Adams, cuya antigüedad se remonta en torno a 1750; el lienzo La Osa hormiguera de su Majestad, de 1776; o el Reloj de Floridablanca, de 1787.


Una colección científica cumple su función cuando es utilizada. Además de las consultas en sala también se prestan ejemplares. Los motivos del préstamo son diversos. Se pueden prestar con fines científicos: para revisiones taxonómicas, para comprobar citas antiguas, para completar datos de distribución, etc.; con fines didácticos, como apoyo a la enseñanza; o fines expositivos: para la divulgación del conocimiento o para mostrar al público nuestro patrimonio. Sea para el fin que sea, los prestamos constituyen una labor compleja que ocupa un tiempo considerable de la rutina de los conservadores.


Con bastante frecuencia el MNCN participa en exposiciones externas prestando sus piezas. ¿Cuáles son los criterios que utilizan los conservadores para seleccionar el material? Básicamente se atiende a tres criterios: guion expositivo, legislación vigente y estado de conservación. Además, la salida de ejemplares del museo exige cumplir una serie de requisitos legales y administrativos, como tramitar un expediente de préstamo para autorizar la salida mediante orden ministerial, y contratar un seguro 'clavo a clavo' que cubra todas las piezas desde que son embaladas hasta que regresan de nuevo al centro.


Sin embargo, hasta la fecha no existe ninguna guía general que permita valorar los ejemplares de Historia Natural a efectos de seguro. Los criterios a emplear para determinar un valor razonable de las piezas o especímenes deberían contemplar su valor económico real: como el valor de uso y el coste de adquisición, conservación y mantenimiento; y su valor intangible, mucho más difícil de calcular, que incluiría su valor científico, histórico y su estado de conservación.


Una herramienta imprescindible para gestionar el uso de las colecciones hoy en día es la digitalización, que consiste en incorporar la información a ficheros digitales y manejarla en un entorno virtual, así como desarrollar aplicaciones que relacionen todos los archivos, en un sistema informático o a través de una web. Desde hace años se están desarrollando infraestructuras a escala mundial para facilitar el acceso a las colecciones. El mayor reto es conseguir que la información digitalizada se pueda utilizar dentro de 100 años.


Acreditar la identidad del espécimen es fundamental, hasta el punto de que un ejemplar que haya perdido su etiqueta es prácticamente inútil para un científico, aunque aún puede tener valor para ser exhibido. En la digitalización de las colecciones, los códigos de barras han resultado muy útiles. Pero en los últimos años, los avances tecnológicos y la mayor disponibilidad de teléfonos inteligentes y tabletas, han popularizado el uso de los códigos QR. Estos códigos son más accesibles, seguros y pequeños que los códigos de barras, pero se desconoce su duración a largo plazo y el modo de implementarlos en los especímenes conservados en alcohol.


Un museo moderno como el MNCN no puede ignorar el potencial del audiovisual como herramienta de divulgación científica. Desde 2010, la Mediateca Científica del MNCN-CSIC ha producido más de 100 vídeos sobre distintas facetas y actividades del Museo (exposiciones, colecciones e investigación). Además, desde 2012 se emiten en directo vía streaming los seminarios científicos y otros actos o conferencias considerados de interés a través de Cienciatk, la plataforma audiovisual del CSIC, cuya coordinación técnica se lleva a cabo desde la Mediateca.


Para finalizar la responsable de la biblioteca del MNCN nos ha detallado los ejemplares de mayor valor patrimonial dentro de las enciclopedias de Historia Natural que hay en la biblioteca del Museo, como la alemana de Gesner (1516-1565), la italiana de Aldrovandi (1522-1605) o la francesa del conde de Buffon (1707-1788).


Referencias bibliográficas:


I Jornadas de la Vicedirección de Colecciones y Documentación. Madrid, 4-5 de febrero de 2014. Museo Nacional de Ciencias Naturales.


Colecciones y Documentación del MNCN.