Los Odonatos ibéricos de la colección del MNCN

Autor:
  • Carmen Martínez

 

La colección de odonatos ibéricos del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) tiene una gran relevancia histórica por el elevado número de ejemplares con más de un siglo de antigüedad. La colección consta de 3.370 especímenes conservados en seco y en ella están representadas 62 de las 79 especies ibéricas.

 

La colección de odonatos ibéricos del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) tiene una gran relevancia histórica por el elevado número de ejemplares con más de un siglo de antigüedad. La colección consta de 3.370 especímenes conservados en seco y en ella están representadas 62 de las 79 especies ibéricas.

 

La colección de odonatos ibéricos del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) tiene una gran relevancia histórica por el elevado número de ejemplares con más de un siglo de antigüedad. La colección consta de 3.370 especímenes conservados en seco y en ella están representadas 62 de las 79 especies ibéricas.

 

Las libélulas y caballitos del diablo se encuentran entre los insectos más populares. Además de por su belleza, llaman la atención por su vuelo acrobático, único dentro del mundo de los insectos, ya que pueden regular la velocidad, volar hacia atrás o quedarse fijos en un punto. Su comportamiento reproductor también resulta muy curioso, resultando muy llamativa la postura que adoptan durante la cópula. Todo ello sin olvidar que los odonatos son unos depredadores extraordinariamente voraces y eficientes.


Precisamente, es la peculiar anatomía de sus mandíbulas lo que dio origen a su nombre, acuñado por el naturalista danés Johan Christian Fabricius (1745-1808), un discípulo de Linneo, en 1792. El nombre odonata es el resultado de la contracción de las palabras griegas 'odontos' (diente) y 'gnatos' (mandíbula), que podría traducirse por 'mandíbula dentada'.


Un aspecto muy interesante de los odonatos es su historia evolutiva, ya que junto con las efímeras se consideran los insectos más antiguos de la Tierra. Las libélulas primitivas eran gigantescas, algunas podían alcanzar una envergadura comparable a la de los cernícalos o gavilanes actuales. Aunque los odonatos verdaderos no aparecieron hasta mediados del Pérmico (245-285 ma), el fósil más antiguo de este grupo es el Meganisóptero Namurotypus sippelli encontrado en Alemania y datado en el Carbonífero (325 ma).


El barón Michel Edmond de Sélys Longchamps (1813-1900), nacido en París pero de nacionalidad belga, fue el principal experto en libélulas de su tiempo y está considerado como el fundador de la odonatología. Sélys realizó las primeras clasificaciones taxonómicas en este orden de insectos, utilizando las venas de las alas como carácter diagnóstico; describió más de 700 especies válidas y reunió una colección que en 1895 contaba con 1.530 especies de odonatos.


Actualmente los odonatos agrupan unas 6.000 especies distribuidas por todo el mundo excepto en la Antártida. Se clasifican en tres subordenes: Zygoptera (caballitos del diablo); Anisoptera (libélulas) y Epiophlebioptera, con una posición filogenética incierta. Mientras que los dos primeros subórdenes reúnen en torno a las 3.000 especies cada uno, del último apenas se conocen dos o tres especies de origen asiático.


Las primeras referencias a odonatos ibéricos aparecen a finales del siglo XVIII cuando el erudito aragonés Ignacio Jordán de Asso (1742-1814) cita la presencia de nueve especies libélulas en Aragón. Actualmente se reconocen 79 especies en la península ibérica, de las cuales dos tercios son libélulas y el resto caballitos del diablo.


La colección ibérica de odonatos del MNCN, en cuyo ámbito geográfico se incluyen también las Islas Baleares, consta de 3.370 ejemplares conservados en seco de 62 especies diferentes. Las especies mejor representadas son los caballitos del diablo Sympecma fusca e Ischnura graellsii, y la libélula Sympetrum fonscolombii, que superan los dos centenares de individuos. Otras especies como Ischnura elegans, Sympetrum striolatum, Lestes virens, Calopteryx haemorrhoidalis, Crocothemis erythraea y Calopteryx xanthostoma cuentan con más de cien ejemplares.


Hay dos especies particularmente interesantes de las que sólo se dispone de un único ejemplar. Una de ellas es Trithemis kirbyi, descrita por Sélys Longchamps que se la dedicó al clérigo inglés William Kirby (1759-1850), al que se considera el fundador de la Entomología moderna. Esta especie es singular por tratarse del último odonato de origen africano que se ha establecido en la península ibérica; el ejemplar es uno de los más modernos de la colección ya que fue colectado en Sevilla en 2011. La otra especie es Lindenia tetraphylla, el mayor gónfido europeo, y está catalogada en peligro crítico. El ejemplar de la colección es una hembra que fue colectada en Valencia por Eduardo Boscá a finales del siglo XIX; es precisamente el Levante español el punto más occidental donde esta especie ha sido observada.


Los ejemplares más antiguos de la colección son un caballito del diablo Ischnura graellsii que fue colectado en 1888, cuya localidad es ilegible, y una libélula Orthetrum coerulescens colectada en la localidad barcelonesa de La Garriga en 1889. Hasta un total de 40 odonatos fueron colectados en los últimos años del siglo XIX. Muchos de ellos por el jesuita Longinos Navás (1858-1938), uno de los entomólogos más destacados de la época, y algunos también por Ignacio Bolívar, director del MNCN entre 1901 y 1934.


Casi un tercio de los ejemplares proceden de la provincia de Madrid, la mayoría de la localidad de Cercecilla. Llama la atención que más del 60% de las capturas correspondan a la época de Ignacio Bolívar y apenas un 2% sean posteriores a 1985. Los odonatos procedentes de Andalucía representan el 20% de la colección y son mayoritariamente de Doñana (Huelva). Dos tercios de los ejemplares procedentes de la comunidad andaluza se colectaron durante la época del Instituto Español de Entomología (1940-1984), la mayoría en la década de los 60, mientras que los ejemplares recolectados en la época de Bolívar apenas representan un 12% del total.


Los odonatos colectados en Castilla y León proceden en gran parte de zonas cercanas a la Sierra de Madrid, en su vertiente segoviana, y de zonas próximas a la Sierra de Gredos, y representan algo más del 12% de la colección; más de dos tercios del mismo se colectó antes de la guerra civil. Otras dos comunidades con un altísimo porcentaje de ejemplares históricos son Castilla-La Mancha y Cataluña, especialmente esta última en la que sólo un 5% del material fue colectado después de la guerra civil.


Las comunidades septentrionales están escasamente representadas; por ejemplo, sólo hay 84 ejemplares de Asturias que contrastan con los más de 4.000 especímenes (aunque incluyen también ejemplares en alcohol) de la excelente Colección de Artrópodos BOS-Universidad de Oviedo. La muestra de Portugal, por otra parte, es exigua; sólo hay cuatro ejemplares, dos de ellos con más de un siglo de antigüedad.


Más allá de su indudable valor histórico, el interés de esta colección también reside en su minuciosa catalogación, ya que los ejemplares ingresados hasta 2013 están completamente revisados e identificados a nivel de especie.


Referencia bibliográfica:


París, M., Ferreira, S., Mañani, J.,Parrón, A., Prunier, F., Ripoll, J., Saldaña, S. 2014. Los Odonatos ibéricos en la colección de Entomología del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC). Boletín Rola, 4: 33-62.