Cantáridas y Aceiteras

Desde agosto del 2008 al 31 de mayo del 2009

Una muestra que resalta, a través de instantáneas, la enorme diversidad que esconden los insectos coleópteros.

Las fotografías, tomadas por el investigador del departamento de Biodiversidad y Biología Evolutiva del MNCN, Mario García París, descubren al visitante la infinidad de colores, formas y tamaños que presentan los escarabajos de la familia Meloidae, algunos de ellos de biología sorprendente y conocidos desde la antigüedad por poseer en su organismo una sustancia letal, pero que en pequeñas dosis ha servido como estimulante sexual. Las propiedades farmacológicas de la cantárida oficial hicieron de esta especie un elemento habitual en el mercado farmacéutico del siglo XIX y principios del XX.

La familia Meloidae está formada por las aceiteras y las cantáridas, coleópteros de tamaño mediano o grande con altas concentraciones de cantaridina en su organismo. Este compuesto orgánico tiene efectos letales en diversas especies, incluida la humana. En muy pequeñas dosis, la cantaridina produce irritación en el sistema urogenital, por lo que se ha utilizado a lo largo de la historia como afrodisíaco; sin embargo, su uso suele producir a corto plazo problemas de riñón o incluso la muerte, como parece haberle ocurrido a Fernando el Católico.

La distribución geográfica de las cantáridas y aceiteras ocupa la mayor parte del planeta. Sin embargo, la familia Meloidae es muy pequeña dentro del orden de los coleópteros: con sus 2.500 especies, apenas representa una fracción insignificante de las más de 350.000 conocidas de estos insectos.

En general, el conocimiento sobre este grupo de coleópteros es aún tan escaso que ni siquiera existen fotografías de muchas de sus especies. En la muestra, el visitante pudo acercarse por primera vez a algunas especies, como la Lyta koltzei, que no habían sido ilustradas con anterioridad.

Cantáridas y aceiteras en España

La mayor diversidad de cantáridas y aceiteras se encuentra en regiones templadas de climas relativamente secos, de forma que muchas de las especies se concentran en la zona mediterránea, en el extremo sudafricano, en los semidesiertos y desiertos americanos, en zonas áridas australianas y en las regiones occidentales de Asia.

La Península Ibérica, integrada dentro de la región mediterránea, alberga cerca de 70 especies de la familia Meloidae, un número muy elevado si se compara con el de otros países europeos. Además, varias de las especies de aceiteras y cantáridas españolas son endémicas y, por lo tanto, no se encuentran en ningún otro lugar del Planeta, como es el caso de la aceitera coralina. Sin embargo, el estado de conservación de algunas de estas especies es bastante preocupante y, en el caso de la Comunidad de Madrid, ya casi podemos considerar a tres de sus especies extinguidas.

A tamaño real

Para que los visitantes puedan hacerse una idea del tamaño real de los coleópteros que se mostraban en los paneles, se instaló una vitrina con diversos ejemplares de la colección de Entomología del Museo Nacional de Ciencias Naturales.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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